La inteligencia emocional se define como la capacidad para identificar, utilizar, comprender y manejar las emociones de manera positiva; por lo cual, tiene un alto impacto en la vida de quienes consiguen desarrollarla, siendo muy útil para aliviar el estrés, comunicarnos de manera efectiva, superar los desafíos y calmar los conflictos.
Una inteligencia emocional elevada denota que puedes reconocer tu estado emocional y los estados emocionales de los demás, lo que resulta muy positivo al momento de relacionarse con otras personas.
Los cuatro atributos de la inteligencia emocional son:
Conciencia de uno mismo: Significa reconocer las propias emociones, la forma en la que afecta nuestro comportamiento y pensamiento, así como el de quienes nos rodean. También, ser capaces de identificar nuestras fortalezas y debilidades.
Autorregulación: Se trata de controlar los sentimientos y los comportamientos impulsivos, es decir, manejar nuestras emocionas de forma saludable.
Conciencia social: Comprender las necesidades, preocupaciones y emociones de los demás.
Manejo de las relaciones: Comunicarse claramente, manejar los conflictos, negociar…
Fuente: http://semanaeconomica.com
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