Amigos, imagino que habrán leído o escuchado mucho últimamente la palabra “resiliencia” pues se puso de moda, pero me pregunto… Si realmente tenemos claro o muy presente valernos de esa condición, en el día a día, para vivir plenos en lo emocional y tener calidad de vida? Saben lo que es la resiliencia?
Desde el punto de vista psicológico, la resiliencia consiste en la capacidad que poseemos de reanimarnos e ir hacia delante después de haber vivido una experiencia traumática. En otras palabras, es nuestra disposición, como seres humanos, a enfrentar con serenidad y aceptación las situaciones estresantes o de dolor emocional, los contratiempos, la incertidumbre y la adversidad, sobreponiéndonos y saliendo fortalecidos espiritualmente de dichos procesos.

Foto. Alejandro Córdoba
Ahora bien, debemos evitar una mala y común mala interpretación gracias a la cual, pudiéramos entender que ser resilientes significa no sentir angustia, malestar o dolor ante las adversidades; o negar los sucesos de gran impacto que nos hacen sentir inseguridad, incertidumbre o frustración. La virtud está en no estancarse en esos sentimientos y poder superarlos antes que tengan repercusiones graves en nuestra salud emocional y física.
La resiliencia no es algo que una persona tenga o no tenga, es una capacidad que poseemos todos los seres humanos e implica una forma de pensar o la adopción de paradigmas que cualquiera puede aprender y desarrollar.
Por lo tanto, tomen nota de las habilidades que debemos cultivar para ser resilientes:
- Debemos mantener al día o simplemente claras nuestras metas personales y ajustarlas periódicamente según las circunstancia, ya que las prioridades, sin duda, cambian.
- Tenemos que aprender o comprender ciertamente las diferencias entre adversidad o hechos y la incertidumbre o falta de información sobre el futuro para no dejarnos amilanar ante lo que no podemos cambiar y “recalcular” para poder llegar a la meta establecida.
- Si atravesamos situaciones adversas debemos focalizarnos en las variables que podemos controlar para poder superar los contratiempos.
- Ser resilientes implica identificar las verdaderas causas del problema o coyuntura que nos afecta para resolverla y además evitar que se repita en el futuro. Ésto es lo que los expertos denominan “pensamiento sistémico”.
¿Difícil? … Ni tanto, si consideramos que estas habilidades pueden cultivarse poco a poco, todos los días, como les acabo de escribir. La práctica constante les permitirá desarrollar sus propios niveles de resiliencia.
Esto es un extracto del artículo original publicado en Caraota Digital