La pérdida de olfato es uno de los principales síntomas asociados a la COVID-19, ya que en torno del 80% de los pacientes diagnosticados con la patología, indican una pérdida total del sentido del olfato.
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Esto puede aparecer como una de las principales manifestaciones de la enfermedad. Al perder el olfato, se suele alterar la percepción del sabor de los alimentos. Muchos pacientes, al cabo de un tiempo, lo recuperan, según Cuídate Plus.
“La mayoría de los pacientes recuperan estos sentidos de forma espontánea, pero estamos encontrando que cerca de un 20% no los recuperan o, al menos, no en su totalidad y presentan dificultad para identificar determinados olores. Por ello, se estima que hay una gran cantidad de pacientes que tras sufrir la Covid-19 están padeciendo estas secuelas”, ha señalado Raimundo Gutiérrez, secretario general de la Sociedad Española de Otorrinolaringología.

Según el experto, es probable entrenar el olfato y el gusto. Para determinar si este es el caso, lo primero que debe hacer el paciente es acudir a un especialista para descartar problemas más graves, relacionadas con la pérdida del olfato.
“Si el paciente ha padecido coronavirus, ha perdido el olfato y el gusto y no tiene otro síntoma nasal, como obstrucción, sangrado o dolor, es posible aplicar un tratamiento basado en el entrenamiento de ambos sentidos para, poco a poco, poder recuperarlos”, afirma. Según sus estudios, “se estima que entre un 70 y un 80% de las personas con trastornos olfativos no estructurales pueden llegar a recuperar el olfato entrenándolo».
Una vez terminado el entrenamiento, es importante que un otorrinolaringólogo evalúe “la capacidad olfatoria del paciente mediante pruebas de olfatometría”, concluye.