El cuerpo necesita adaptarse a los movimientos nuevos y fortalecerse poco a poco. Para evitar lesiones puedes seguir las siguientes recomendaciones.

Cómo tratar las molestias
Los parches de calor o las cremas antiinflamatorias naturales pueden mitigar los dolores musculares tras la práctica deportiva. Los productos con Árnica montana, por ejemplo, son muy eficaces.
En caso de dolores importantes, bultos o hematomas de las partes blandas hay que acudir al médico. Estos síntomas pueden indicar una rotura de fibras musculares.
Prevenir los calambre
Los músculos desentrenados son más vulnerables a los calambres. Especialmente en verano, cuando se suda mucho durante el entrenamiento y se pierden muchos minerales.
Puedes evitar o retrasar la aparición de los calambres bebiendo regularmente para volver a llenar los depósitos de minerales.
Lo mejor para ello son las aguas minerales ricas en magnesio o una mezcla de agua mineral y zumo de manzana natural o turbio. Un plátano también es de ayuda.
Activa el metabolismo
En caso de sobrecarga por entrenamientos intensivos pueden producirse pequeñas grietas en la musculatura. Estas microlesiones duelen como las agujetas y son una clara señal de que debes reducir la intensidad del entreno.
Practica movimientos suaves para activar el metabolismo y favorecer la curación. Algunas personas, en estos casos, sienten alivio con una sauna o con la aplicación de calor. Otros prefieren el frío o las duchas alternas.
Las dos opciones son buenas, y también lo son los estiramientos suaves, ya que ayudan a bajar la tensión muscular.
Con información de: https://www.cuerpomente.com/